aguardar
Español
aguardar | |
pronunciación (AFI) | [a.ɣ̞waɾˈð̞aɾ] |
silabación | a-guar-dar[1] |
acentuación | aguda |
longitud silábica | trisílaba |
rima | aɾ |
Verbo transitivo
- 1
- Esperar la ocurrencia de algo.
- Uso: se emplea también como pronominal
- Ejemplo:
Aguardó todo el día en vano.“Akita Inu”. Wikipedia.
- Ejemplo:
Esperanzado en que la criatura fuera hijo de Kethrenan, aguardó al momento del parto, prodigando cuidados a Elansa.“Tanis Semielfo”. Wikipedia.
- Ejemplo:
Murió a raíz de un accidente en 1906, al ser aplastada su cabeza por las ruedas de un carro. Ello evitó seguramente la muerte por efectos de la radiación que aguardó a su mujer posteriormente.“Pierre Curie”. Wikipedia.
- Ejemplo:
Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas... y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... la noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... y se echará en el piso como un perro... y aguardará hasta la madrugada...“Alfredo Zitarrosa”. Wikipedia.
- 2
- Esperar que venga o llegue alguna persona.[2]
- Ejemplo: Le aguardamos mañana a las diez.
- Ejemplo:
Agradecí humilde y fervorosamente a Dios . Su gracia me asistía, me consolaba y me animaba a confiar en su providencia aquí en la tierra y aguardar su presencia eterna en el mas allá.Daniel Defoe. Robinson Crusoe (1719). Página 125. Editorial: Mestas. 2015.
- 3 Economía
- Dar tiempo o espera a una persona, y especialmente al deudor para que pague.[2]
- 4
- Guardar.[2]
- Uso: anticuado.
- 5
- Atender, respetar, tener aprecio o estima.[2]
- Uso: anticuado.
Relacionados
Conjugación
Véase también
Referencias y notas
- Por motivos estéticos, debe evitarse dejar una letra huérfana a final de línea. Más información.
- VV. AA. (1914). «aguardar», en Real Academia Española: Diccionario de la lengua castellana, decimocuarta edición, Madrid: Sucesores de Hernando, pág. 31..