Vuelo 6635 de Iberia
El Vuelo 6635 de Iberia fue un vuelo comercial desde el Aeropuerto de Madrid-Barajas de Madrid hasta el Aeropuerto Internacional José Joaquin de Olmedo de Guayaquil, con escala en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, en donde se produjo el incidente.
| Vuelo 6635 de Iberia | ||
|---|---|---|
| Suceso | Accidente aéreo | |
| Fecha | 31 de agosto del 2007 | |
| Causa | Explosión en el tren de aterrizaje principal derecho | |
| Lugar |
Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, Quito, | |
| Coordenadas | 0°07′30″S 78°29′27″O | |
| Origen | Aeropuerto de Madrid-Barajas, Madrid, España | |
| Última escala | Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, Quito, Ecuador | |
| Destino | Aeropuerto Internacional José Joaquin de Olmedo, Guayaquil, Ecuador | |
| Fallecidos | 0 | |
| Implicado | ||
| Tipo | Airbus A340-600 | |
| Operador | Iberia | |
| Pasajeros | 330 | |
| Tripulación | 10 | |
| Supervivientes | 340 (todos) | |
El vuelo
Era un vuelo itinerario de la compañía Iberia que se originaba en Madrid, España hacia Guayaquil, Ecuador vía Quito operado en un Airbus A340-600.
El accidente
El accidente se debió a que en el momento del aterrizaje por la pista 35 (desde el sur), en condiciones de pista húmeda y con neblina, la aeronave se posó muy adelante en la pista de aterrizaje y no dentro del primer tercio de la misma. Además, la nave venía a una velocidad demasiado alta y a mucha altura en la aproximación final.
Según el informe final de la DGAC, y por lo que se pudo escuchar en la frecuencia de Quito Torre, el vuelo que tenía 330 personas a bordo realizó una aproximación visual hacia la pista 17 (la más difícil para un avión de la envergadura del Airbus 340-600) en la cual, porque aparente la tripulación no estaba familiarizada con ella, terminó aproximando muy alto, lo que produjo un descenso muy brusco y por lo tanto un toque de ruedas sumamente violento lo que causó el colapso y explosión del juego de neumáticos del tren de aterrizaje derecho.
Al percatarse de lo sucedido, el comandante de la aeronave preguntó al controlador de la torre si observaba fuego o humo en los neumáticos, lo cual negó. La tripulación del Iberia frenó inmediatamente para así evitar una posible salida de la pista y por lo tanto, una catástrofe mayor que habría recordado lo sucedido a un avión de TAM semanas antes en Brasil.[1]