Ortolana
Beata Ortolana de Asís (siglo XII – Asís, antes de 1238) – beatificada por la Iglesia católica- fue mujer de Favarone Offreduccio y madre de santa Clara de Asís, de santa Inés de Asís y de Beatriz de Asís. Ella se unió al monasterio de San Damián, fundado por su hija Clara, tras quedar viuda de su marido. Su onomástica se celebra el 18 de agosto.
| Hortolana de Asís | |||
|---|---|---|---|
|  Embarazada rezando ante el crucificado con una rama y tres vástagos saliendo de su vientre | |||
| Información personal | |||
| Nombre de nacimiento | Ortolana, Hortolana u Hortulana | ||
| Nacimiento | siglo XII ¿Asís, Italia? .svg.png.webp) Sacro Imperio Romano | ||
| Fallecimiento | antes de 1238 Monasterio de San Damián, Asís .svg.png.webp) Sacro Imperio Romano | ||
| Sepultura | Basílica de Santa Clara (Asís) | ||
| Religión | Iglesia católica | ||
| Familia | |||
| Cónyuge | Favarone Offreduccio | ||
| Hijos | Clara, Inés y Beatriz | ||
| Información profesional | |||
| Ocupación | Religiosa cristiana y monja | ||
| Información religiosa | |||
| Festividad | 18 de agosto | ||
| Atributos | Una rama con tres vástagos luminosos | ||
| Venerada en | Iglesia Católica | ||
| Orden religiosa | Orden de las hermanas pobres de Santa Clara | ||
| reconocimientos 
 | |||
Reseña biográfica
    
Es la madre de tres santas: la gran santa Clara de Asís, santa Inés de Asís y Beatriz de Asís, esta última, considerada beata por tradición. Es posible que tuviera dos hijos: Bosone y Penenda, pero las fuentes no son precisas.[1]
Se casó con el “noble, grande y poderoso” Favarone en torno a 1180, unos años después de que Conrado de Lutzen, lugarteniente de Federico I Barbarroja, se hubiese instalado en la Rocca (1177), la fortaleza que dominaba Asís. Era descendiente de una ilustre familia de Sterpeto, los Eiumi. Ambas familias pertenecían a la más augusta aristocracia de Asís; Favorino tenía el título de Conde de Sasso–Rosso.
Mujer profundamente piadosa e independiente, peregrinó a Jerusalén, a San Miguel en el monte Gargano y a la tumba de los apóstoles en Roma. En 1187, Saladino se apoderó de Jerusalén; el 2 de septiembre de 1192, concedió a los cristianos una tregua de tres años y les permitió a los peregrinos sin armas el acceso a los Santos Lugares. Probablemente, ese mismo año, Ortolana peregrinó a Jerusalén junto a su amiga y vecina Pacífica -que también acabaría uniéndose a la comunidad de San Damián.[1]
Según la leyenda, durante el viaje a Tierra Santa, en el Sinaí, el grupo con el que viajaba fue atacado por bandidos. Hortolana invocó a Santa Catalina Mártir, patrona de Egipto, prometiéndole que si les salvaba le pondría su nombre a su primera hija. Sin embargo, en Jerusalén, mientras oraba tuvo una visión: de su vientre salía una rama con tres vástagos luminosos, y entendió que significaba que tendría tres hijas que serían gloria del mundo.
En el proceso de beatificación de Santa Clara, Sor Cecilia de Cacciaguerra declaró como escuchó a Hortolana que una voz le reveló que su hija sería "una gran luz para muchos", por lo que le puso el nombre de Clara a su primogénita (Clara de Asís nació en 1194). Sor Felipa de Messer declara la misma visión, aunque ella se la escuchó a Santa Clara:
Manifestó también la dicha testigo que madonna Clara había referido a las hermanas que, cuando su madre estaba encinta de ella, fue a la Iglesia y, estando ante la cruz, mientras oraba devotamente, rogando a Dios que la socorriese y ayudase en el peligro del parto, oyó una voz que le dijo: «Alumbrarás una luz que iluminará mucho al mundo».[2]
Tras la sublevación de Asís contra Conrado de Lutzen que llevó a la independencia de Asís, Ortolana y su familia marcharon al exilio, instalándose en Perusa. Declarada la guerra entre Perusa y Asís, no volvieron del exilio hasta la firma de la primera paz entre ambas ciudades en 1203.
En su madurez, decidió unirse a la orden de su hija Clara en San Damián tras un sermón en la catedral un Domingo de Ramos.
Su madre, llamada Hortulana -mujer entregada a las obras de piedad-, siguiendo los pasos de su hija, se consagró luego profesando esta religión; y en la misma acabó felizmente sus días la muy hábil hortelana, que produjo tal planta en el huerto del señor.[2]
En el proceso de canonización de Santa Clara, Sor Pacífica Guelfuccio, amiga y pariente de Hortolana, declaró:
También dijo que la dicha madonna Clara había nacido de noble familia, de padre y madre honrados, y que su padre fue caballero y se llamó messer Favarone; la testigo no lo vio. Pero sí conoció a la madre, llamada madonna Hortulana; la cual madonna Hortulana viajó allende el mar por piedad y devoción. Y la testigo, igualmente por razones de piedad, viajó a ultramar con ella; y también viajaron juntas al Santo Ángel [San Miguel del Monte Gárgano] y a Roma. Y dijo que ella visitaba gustosamente a los pobres. Preguntada cómo sabía estas cosas, contestó: Porque era su vecina y había vivido con ella, como se ha dicho arriba. También dijo que madonna Hortulana entró después en la misma Orden que su santa hija la bienaventurada Clara, y vivió en ella con las otras hermanas en mucha humildad; y en ella, adornada de religiosas y santas obras, pasó de esta vida.[2]
Sor Amata de Corozano declaró lo siguiente:
Declaró también que un niño de Perusa tenía en un ojo una nube que se lo cubría por completo. Y por eso fue llevado a santa Clara, la cual le tocó el ojo y luego le hizo la señal de la cruz. Y dijo en seguida: «Llevadlo a mi madre sor Hortulana (que estaba en el monasterio de San Damián), y que haga sobre él la señal de la cruz». Hecho esto, el niño quedó curado. Por lo que santa Clara decía que lo había curado su madre; y, por el contrario, la madre decía que lo había curado su hija madonna Clara; y, así, cada una atribuía esta gracia a la otra. Preguntada sobre cuánto tiempo antes había visto al niño con aquella mancha, respondió que fue cuando lo llevaron al monasterio a la dicha madonna Clara; no lo había visto ni antes ni después de su curación, pues salió inmediatamente del monasterio. Y la testigo había estado siempre en el monasterio por todo el tiempo ya dicho.[2]
Ortolana murió antes de 1238. Fue enterrada en San Damián, aunque en 1260 se trasladaron sus restos a la iglesia de San Jorge de Asís. En la capilla de Santa Inés de Asís, se conservan los cuerpos de Hortolana, Inés, Beatriz y las primeras compañeras de Santa Clara.
Veneración
    
- Es venerada en la Iglesia católica.
Véase también
    
    
Referencias
    
- Rotsetter, Anton (1993). Clara de Asís. Primera mujer franciscana (Fr. José Guillermo Ramírez, trad.).
- Omaechevarría, Ignacio, (1993). Escritos de Santa Clara y documentos complementarios : edición bilingüe (3. ed. ampliada edición). Biblioteca de Autores Cristianos. ISBN 9788479141028. OCLC 37414296.
Bibliografía
    
- Omaechevarría, Ignacio. Escritos de Santa Clara y documentos complementarios. ISBN 9788479141028
- Gréal, Jaqueline. Vida de Santa Clara. ISBN 9788428514750
- Brunelli, Delir. Clara de Asís, Camino y Espejo. ISBN 9788479146177
- Rotsetter, Anton. Clara de Asís. Primera mujer Franciscana
Enlaces externos
    
https://preguntasantoral.blogspot.com.es/2014/09/la-beata-ortolana-santa-y-madre-de.html
