Fernando IV (obispo)
Fernando Álvarez de las Asturias, también llamado Fernando IV, fue obispo de Oviedo entre los años 1302 y 1322. Algunos historiadores lo confunden con Fernando II, religioso franciscano que también se apellidaba Álvarez. LLegó a un acuerdo de defensa y apoyo mutuo contra malhechores con el Ayuntamiento y el cabildo, acuerdo que debió de durar al menos, hasta el final de su pontificado. Su magnanimidad se puso de manifiesto al perdonar a sus fieles de Robredo de Castropol, en el occidente asturiano, algunos desafueros que habían cometido. Por otro lado, los castillos de Cancio y de Burón le ofrecieron homenaje incondicional.[1]
| Fernando IV (obispo) | ||
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| 1302-1322 | ||
| Predecesor | Fernando III | |
| Sucesor | Pedro III | |
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| Título | Obispo de Oviedo | |
| Información personal | ||
| Nombre | Fernando IV (obispo) | |
| Nacimiento | ¿? | |
| Fallecimiento | ¿? | |
![]() Escudo de Fernando IV (obispo)
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Este prelado inició las obras de construcción del gran «Claustro de la Catedral» y el 9 de enero de 1305 trasladó los cuerpos de Santa Lucrecia y de San Eulogio, que habían sido depositados en la cripta de Santa Leocadia desde que se trajeron de Córdoba en la Cámara Santa.[1]
El rey Fernando IV ayudó al obispo atacando el castillo de Priorio, donde se habían guarecido gran cantidad de malhechores[cita requerida].
| Predecesor: Fernando III |
Obispo de Oviedo 1302 - 1322 |
Sucesor: Pedro III |
Referencias
- Estadismo de la diócesis de Oviedo en 1894. pp. 33-34.
